Una madre junto a sus dos hijas viven recluídas en la casa. La mujer no deja entrar a ningún hombre a sus vidas. Es el cumpleaños número quince de la más joven y la chica pide un deseo. Esa misma mañana las hermanas están solas y aparece ante ellas, en una balsa flotando por el río, un japonés herido. Las mujeres deciden socorrerlo y así introducir por primera vez a un hombre, a un desconocido, en la propiedad.