Abdalah-Azis und seine Kollegen haben die Baustelle einer Olympia-Arena besetzt, auf der sie illegal beschäftigt waren. Das setzt die Verantwortlichen unter Druck: das Bauunternehmen; die Pariser Stadtverwaltung, die stolz darauf ist, "vorbildliche" Spiele zu veranstalten; und die französische Regierung, die in der Einwanderungsfrage eine harte Linie verfolgt.
En París, los trabajadores indocumentados de las obras para los Juegos Olímpicos luchan por sus derechos. Abdalah-Azis y sus compañeros han ocupado las obras del Adidas Arena, el futuro estadio olímpico para cuya construcción fueron contratados ilegalmente. Una acción sindical para presionar al contratista principal, a la ciudad de París (orgullosa de organizar unos Juegos "ejemplares") y al gobierno francés, que preconiza una postura dura frente a la inmigración.