Beto, un niño ciego de 8 años con dotes musicales, cumple su sueño: sube a una montaña rusa que tiene un giro de 360 grados… lo que comienza como la más emocionante aventura pronto se convierte en la pesadilla más espantosa.
En el parque de diversiones, hay conmoción porque Beto desapareció en la montaña rusa. Antonia, la mamá de Beto, se horroriza al creer que su hijo se cayó del vagón. Nadie imagina la oscura y tenebrosa verdad que se oculta detrás de todo.
Sueños tétricos que ‘no’ son premonitorios, sino reveladores. Y mientras, Beto y Theodoric, encerrados en jaulas de tortura, se percatan de una terrible crueldad ejecutada por Magdur, el ser más siniestro y maligno que existe.
Beto descubre que hay dos seres oscuros que se saben sus notas musicales. Theodoric revela un indicio escalofriante sobre esas notas. Por otro lado, una médium quiere ayudar a Antonia a averiguar qué le sucedió a Beto.
Calamidad y estragos porque la médium abrió comunicación con Magdur. Antonia lidia desesperadamente con las repercusiones mortales de la sesión espiritista. Y por último, un encuentro religioso… muy perverso.
Antonia busca en el Mercado de Sonora algún experto en rituales esotéricos para poder abrir comunicación con Beto. Misteriosamente, llega a un local donde un hombre sombrío, con dotes de clarividencia… ya la está esperando.
Después de la noche tan devastadora que han sufrido, Antonia le pide a Arcángel Negro, el Brujo Mayor de Catemaco, que no la deje sola. Beto se queda sin la compañía de Theodoric, pero un ser femenino perverso regresa para acompañarlo.
Ignacio, alias Arcángel Negro, se entera de la terrible experiencia que Antonia sufrió mientras se bañaba. Y en otro plano, Beto y Theodoric se reencuentran… un peligro multitudinario los acecha.
Sucesos misteriosos y sucesos dominados por el horror muy reveladores… ocurridos 30 días antes.
Mentiras y secretos malignos al descubierto. Torturas religiosas sin piedad. Y una reunión de Zoom angustiante. Todo mientras ya es luna llena y el tiempo se va agotando para que Beto pueda regresar al lugar donde pertenece. Acaso, ¿lo logrará?
Aída, la mejor amiga de Beto, va a la Catedral para pedir que Beto regrese; un peligro infernal la acecha de cerca. Y mientras, Antonia busca ayuda de un criminal… sí, de un criminal.
Beto es torturado por un dolor lacerante que le quema el estómago, el mismo que sufren los espectros por falta de alimento. Antonia y Aída juegan a la ouija… ¿qué energía escalofriante se hace presente?
Desde el más allá, Beto escucha llorar a Aída, quien está aterrada por lo sucedido con la ouija. Una tentación maligna se siembra en Beto. Y en la carretera a Catemaco… terror en su máxima expresión.
Dos destinos sangrientos en el Imperio Otomano, y un pacto de sangre entre una mujer y un espectro malévolo. Acontecimientos ocurridos… hace quinientos años.
Una verdad perniciosa y tirana sobre Magdur sale al descubierto debido a la inteligencia de Beto. Y en un hospital, el peor horror de Antonia se hace realidad.
Magdur quiere que Beto pague la deuda que tiene con él: le encomienda una diabólica misión. Por otro lado, la derrota y desesperanza manipulan a Antonia cruelmente.
Oscuros sucesos de hace quinientos años golpean a Antonia. Y mientras, Beto, para salvar a su mamá, hace un peligroso pacto con Magdur, pero pone en peligro a alguien más.
Un amiga visita a Antonia, se ofrece para ayudarla, sin imaginar el siniestro peligro al que se enfrentan. Magdur hace revelaciones muy dolorosas a Beto… ocurridas en el año 1645 d. C.
El tiempo se venció… ¡es luna nueva! ¡La peor de las batallas siempre va al final! ¿Podrá Antonia traer de vuelta a Beto, o el mal triunfará y la oscuridad lo devorará para siempre?