Aterrando a toda su escuela, la pequeña Ana Freeman dispara un arma en clase. La psicóloga Sole García asiste a la pequeña y así conoce a su padre.
Sole avanza en la terapia de Ana, tratando de desentrañar el oscuro pasado familiar que parece ocultar la niña.
Mientras trabaja en un caso de presunto abuso sexual, Sole se enfrenta a sus propios fantasmas recordando la sombría relación con su padre. Por su parte, Bruno confirma que Sole desconoce la existencia de Luna. Sin revelarle la verdad, Bruno no puede evitar sentirse peligrosamente cautivado por las dos hermanas.
Para evitar que su relación con Bruno avance más allá de lo profesional, Sole decide suspender la terapia de Ana y así poner distancia. Bruno se refugia en Luna quien, finalmente, accede a presentarse como DJ en Umbra. Pero el pasado más oscuro de las dos hermanas se vuelve presente y consigue frustrar todos los planes.
Ganada por las súplicas de Bruno, Sole accede a retomar la terapia de Ana. La Comisión de Protección Infantil comienza a indagar en los antecedentes de la familia Freeman...
A pesar de que su relación con Sole no tiene futuro, Bruno se aleja de Luna. Resentida, Luna organiza una presentación en Umbra, a espaldas de Bruno.
Bruno intenta resistir la presión de los narcos y Sole comprueba la existencia de Luna.
Sole recurre a Bruno para encontrar a su hermana pero Luna no está dispuesta a dejarse encontrar.
Luna juega con los miedos de su hermana y decide enviarle un mensaje para separarla de Bruno.
Convencido de que su vida corre peligro, Bruno huye con Ana con la complicidad de Renée.
Sole decide descubrir a Luna hasta las últimas consecuencias. Bruno y Ana, fugitivos y con los narcos tras sus huellas.
Sole busca apoyo en Felipe para poder controlar a Luna. Bruno es encarcelado y separado de Ana.
Bajo cuidado médico, Sole indaga en el origen de Luna mientras Bruno intenta recuperar la custodia de su hija.
