Luego de su despedida de soltera, Cristina Oviedo, a un paso del altar y de la felicidad eterna, llega a su apartamento para seguir la fiesta pero en su lugar descubre a su prometido y a su mejor amiga semidesnudos y sin una buena excusa. Deprimida, Cristina buscará llenar el vacío de su vida y de su inmenso apartamento con un room-mate y entre los candidatos conoce a Alejandro, un escritor sin dinero y sin techo que para poder pagar la renta deberá aceptar un trabajo nada apropiado para un hombre que ha tenido muchas mujeres pero que, por lo visto, no ha aprendido nada de ellas.
Sin haber superado todavía su fallido intento de matrimonio, y presionada por Hannah y Rodrigo, Cristina decide lanzarse de nuevo al mercado de las “solteras usadas” pero su vuelta al ruedo le deparará toda clase de especímenes. Mientras tanto, Ester acepta el reto de publicar sin revisar lo que escriba Alejandro para su columna de Madame Mon Amour a cambio de que ella sea quien escoja el tema: las tenebrosas primeras citas. Y no menos tenebrosos serán los resultados cuando Gracia y Guillermo intenten tapar las “goteras” de su matrimonio
Cristina descubre que Pamela, desde que está con Eduardo, cada día está más bruta. Pero Hannah le siembra una duda: ¿No será que todo es parte de una estrategia?. Mientras tanto, Gracia no confía para nada en Alejandro y tiene muchas sospechas en torno a su supuesta homosexualidad, algo que el mismo Alejandro intentará confesarle a Cristina porque ya no aguanta verla tan ligerita de ropas por todo el apartamento.
Cristina tendrá que conseguirse un novio de última hora que se llame Carlos Mata para probarle a Alejandro que ella ya pasó la página en lo que se refiere a su relación. Pero no se le ocurrirá mejor idea que delegarle la tarea a Rodrigo y a Hannah quienes no se esforzarán mucho por encontrarle alguna solución. Para complicar más las cosas, los padres de Cristina llegarán a su apartamento luego de su viaje de 30 años de matrimonio pero con más ganas de asesinarse mutuamente que de hacerle una visita
Cristina y Hannah conocen a dos jovencitos en un bar y deciden darse una buena dosis de colágeno pero los efectos secundarios no tardarán en aparecer. Mientras, Alejandro, en lugar de asaltar cunas, asaltará tumbas cuando se reencuentre con una antigua aunque vigorosa ex-profesora de la universidad. Y Gracia, preocupada por no parecer una vieja prematura, intentará probarle al mundo que eso no es así aunque será su cuerpo el que tendrá la última palabra.
En vista de la sequía después su fugaz noviazgo con Alejandro, Cristina, por recomendación de Hannah y Rodrigo, decide ir al Mercado Nacional del Usado a ver si consigue pareja de segunda, tercera o cuarta mano. Alejandro, para echar por tierra la idea de que a él no le duran las novias y que no puede tener nada serio con nadie, emprende una relación con todas las de la ley con alguien que no es Cristina, para desgracia de ambos. Hannah, por su parte, tendrá un encuentro cercano del mejor tipo con quien menos creía que podía tenerlo.
Para remodelar su clínica, Eduardo decide buscar la ayuda de Armando, el nuevo novio de Cristina, a quien no se le ocurre nada mejor que recomendarla para que sea ella la que se encargue de diseñarla. Y aunque a Eduardo le encanta la idea, a Pamela se la comerán los celos por Cristina hasta convertirse, literalmente, en su peor pesadilla. Alejandro, mientras tanto, seguirá en su empeño por mantener su relación con Luna, una mujer que en apariencia luce perfecta y despreocupada pero que por alguna razón le produce una inexplicable alergia.
La relación entre Cristina y Armando sufrirá unas cuantas interrupciones que la dejarán vestida y alborotada cuando la ex-esposa de éste llegue de Paris junto con su hija y sus problemas. Guillermo también estará de regreso de México y Gracia lo recibirá con la gran noticia de que para ella es hora de encargar un bebé así sea de laboratorio. Y para llamar la atención de Hannah, Miguel tendrá que calmar su macro apetito para convertirse en un hombre totalmente macrobiótico.
Cristina está a punto de cumplir sus 30 años y tendrá que tomar una decisión cuando Armando le proponga que se vayan a Paris para que ella continúe su carrera de la mano de un famoso diseñador francés. En medio de tanta incertidumbre, Alejandro intentará reconquistarla con un regalo especial la noche de su cumpleaños pero no será precisamente ella quien se lleve la gran sorpresa. Mientras, Hannah y Rodrigo competirán por el amor de un hombre que no distingue ni sexo ni moral a la hora de atacar.
Cristina ha terminado definitivamente con Armando y ésta será la gran oportunidad de Alejandro para reconquistarla. Pero para su sorpresa, ella tiene otros planes que incluyen acompañar a Gracia a una conferencia en Medellín con un supuesto gurú que se ha hecho millonario dando consejos sobre cómo encontrar la felicidad y vencer la soledad así sea por una noche. Algo que ambas seguirán al pie de la letra.
Tras la renuncia de Alejandro a la columna de Madame Monamour y la estocada final de Ester poniendo al descubierto su fuente de inspiración, Cristina se debatirá entre no darle demasiada importancia o terminar con él definitivamente. Gracia, mientras tanto, hará lo imposible para hacer pasar por debajo de la mesa su engaño aunque a Guillermo no le agrade para nada eso de llevar cuernos. Y quien recibirá una cucharada de su propia medicina será Pamela el día de su boda con Eduardo, su conejito infiel.
Han pasado seis meses. Cris reconoce que Alejo le hace mucha falta y busca la manera de acercarse pero descubrirá que no va a ser tan fácil, ahora Cris se tendrá que enfrentar con un Alejandro que es toda una celebridad gracias a su best seller El asesino era el perro. Alejandro quien acaba de llegar de Nueva York no solo tendrá que enfrentar una inesperada fama sino aceptar que contractualmente está de nuevo en manos de Ester Castro del Grupo Júpiter. Guillermo vuelve de Buenos Aires con la firme intención de rehacer su vida con Gracia, pero el fantasma de Oscár no lo permitirá. A esto se le suma que Alma les quiere celebrar su aniversario en el momento menos oportuno. Rodrigo llega de Cancún, viene ilusionado con Manolito su nuevo amor, tanto que planea traérselo para Colombia, solo que no cuenta con que para Manolo, Rodrigo sólo fue un amor de verano. Miguel y Hannah mantienen su relación clandestina, pero él ya está cansado y quiere hacerla pública. Hannah no acepta y terminan pero es difícil no dejarse tentar por la cursilería de Miguel. Pamela cree que Eduardo la va a llevar a Italia pero se equivoca, no solo no la va a llevar sino que al parecer la está engañando.
Por maniobras del destino o de Esther, Alejandro ahora trabaja en el mismo piso donde Cristina tiene su oficina y ninguno de los dos podrá evitar que sus deseos y sus orgullos heridos se tropiecen en los pasillos. Mientras, la relación de Miguel y Hanna no parece haber salido sola del closet porque trajo consigo peluches, regalos, palabras dulces y todo lo de Hanna parece odiar en la vida. Y para aparentar que las cosas están bien entre Gracia y Guille, la mamá de Gracia organizará una fiesta de aniversario de bodas. Pero en las fiestas la gente toma. Y cuando la gente toma desgraciadamente dice la verdad...
Una enigmática declaración de Alejandro en la portada de una revista le caerá como una bomba a Cristina y su venganza, más que dulce, será explosiva. Pamela, por su parte, sufrirá en carne propia una monumental puesta de cuernos por parte de Eduardo y esto desencadenará en ella no una tragedia griega sino más bien italiana. Y para olvidarse de su Graciocita, Guille se verá forzado a desembolsarle mucho dinerito a cierto chanchito.
Alejandro conocerá a un nuevo rival y a su ego con los que tendrá que competir no sólo en el mundo de literatura sino en el de su relación con Cristina, quien a su vez tendrá que lidiar con sus sentimientos y con las fans de ambos contendientes. Por su parte, Pamela, ahora como la nueva recepcionista de la oficina de Cristina, tendrá más trabajo combinando sus auriculares con su vestimenta que atendiendo las llamadas.Y un chisme de Guillo mal interpretado hará que Gracia, en venganza, retome su vida de soltera y descubra un lado oscuro y rockero que ni ella ni nadie conocían.
Cristina, a pesar de sus deseos de arreglar su relación con Alejandro, decide, por si acaso, reavivar la llama con un Plan B que no resultó del todo bien hace 15 años. Al mismo tiempo, Alejandro será el blanco de un Plan A - de Acoso - por parte de una fan locamente enamorada. Oscar, la razón de la separación de Gracia y Guillermo, regresará para alborotar el avispero y Miguel, siguiendo al pie de la letra aquello de que en esta relación ninguno es exclusivo del otro, descubrirá que la mente abierta de Hannah se cierra de golpe apenas se atraviesa otra mujer.
Para todo hay una dieta y esta vez la de Cristina sólo incluirá hombres sin compromiso para quitarse ese estigma de mujer reprimida. Alejandro, por su parte, restringirá su apetito para comprobarle a Cristina que él no es un perro incontrolable frente a las mujeres. Rodrigo seguirá los consejos de Hannah para llegar a verse como la foto que publicó en su perfil donde, obviamente, luce un cuerpo que no es suyo y Miguel, que nunca hace dieta, sufrirá las consecuencias de comer más mujeres de lo que su cuerpo le pide.
