En la vida de Daniel las cosas empiezan a mejorar. Después de enfrentar problemas familiares en su casa en San Bernardo decide buscar su propia felicidad.
Para Daniel la vida es muy corta como para preocuparse de cosas que no valen la pena. Sin embargo, el no tomarse en serio las cosas le trae más problemas de lo que él cree.
Conocemos a Matías Soto, el cuarto integrante del grupo de inculpados en el asesinato de Daniel, su frágil mundo y la dificultad de encontrarse en un grupo lo llevarán a tomar decisiones de las que podrá arrepentirse.