Juan acaba de contraer matrimonio con Lola. Desde Buenos Aires llegan noticias de un grave problema: su querido tío Román ha sido detenido, acusado de ser El Gato. Juan sabe que esto es imposible. Esencialmente, porque El Gato es él.
Román sigue en la cárcel sin que Juan lo pueda evitar. Por ello, emprende una carrera contra el reloj para saber quién es el que se está haciendo pasar por él, por El Gato. Lola decide que ya es hora de viajar a Buenos Aires.
Juan prepara y lleva a cabo un robo típico del Gato con la ayuda de su vieja banda, para demostrar a la policía y la fiscalía que Román es inocente. Lola acaba descubriendo que Juan es el verdadero Gato.
Lola decide poner fin a su matrimonio. Juan le pide que recapacite y se quede un tiempo por Román. Ella accede a cambio que devuelva lo robado. Victor Nolden, el detective de la aseguradora, descubre al Gato. Ahora Juan debe trabajar para Nolden.
Juan sospecha que su suplantador es Zanetti, el ex ladrón de la banda reconvertido a empresario de seguridad, pero el verdadero suplantador da otro golpe. El otro Gato resulta ser... Antonio.
Juan, Lola y Nolden investigan la pista de unos falsificadores. Siguiendo el hilo, llegan hasta Norberto Mansilla, un antiguo colaborador de Juan que aparece muerto en su galería. Antonio hacía negocios con él y accidentalmente lo mató.
Una falsificadora les habla a Juan, Lola y Nolden, sobre el magnate hotelero Adolfo Urrutia. Juan entra en su casa y se lleva las pinturas y el contenido de su caja fuerte. Gabriel descubre que quien mató a Mansilla comparte padre con Juan Robles.
Juan y Lola descubren que Urrutia tiene una libreta con indicios de las conexiones de familias muy poderosas con hechos de corrupción. Luisa y Román se casan. Juan y Lola descubren que Antonio es medio hermano de él. Gabriel detiene a Antonio.
Antonio entrega a Juan en bandeja, proporcionándole a Gabriel pruebas del robo que cometió para conseguir que liberaran al tío Román. Gabriel no detiene a Juan, sino que lo chantajea para que robe en un banco la caja de seguridad de Adolfo Urrutia.
Juan explica a la banda que tienen que robar un banco y que el robo lo dirigirá Lola. Cuando está todo preparado, Juan es secuestrado por Urrutia y la banda tiene que actuar sin él.