El matrimonio de Paola y Carlos Daniel Bracho vive tranquilo, cuidando de sus dos pequeños hijos: Carlitos y Lisette. Paola, sin embargo, considera que lleva una vida monótona en su matrimonio, por lo que decide irse a Cancún de la mano de Luciano Alcántara, su amante. En Cancún conoce a Paulina, una joven con la que mantiene un parecido físico increíble, y que vive en una difícil situación económica que le genera dificultades a la hora de mantener a su madre moribunda. Paola ve en Paulina la oportunidad para vivir sus fantasías y que alguien más ocupe su lugar, así que le ofrece reemplazarla en su vida cotidiana, y así solucionar el problema de ambas: Paola podría irse de viaje con su amante y Paulina podría vivir una vida cómoda sin que le importe más el dinero.
Un año después de los hechos del final de “A Usurpadora”, a Paulina le diagnostican una grave enfermedad y prepara, en secreto, una nueva Sra. Bracho para ocupar su lugar.