Franco convoca un referéndum sobre la Ley de Sucesión. Mediante esta consulta, se mide la adhesión popular a una ley que establece la perpetuación de Franco en la Jefatura del Estado hasta que él mismo decida el momento del retorno de la Monarquía y la persona en que será encarnada. El resultado es favorable a Franco. “Los obreros del antiguo cinturón rojo de Madrid, esperanza del comunismo internacional, desprecian la insistente consigna extranjera que les exigía un voto desfavorable”, recoge el NO-DO. Es el año que los españoles lloran la muerte de Manolete en la plaza de Linares y Eva Perón visita España como una Vedette de la política.