En 1940, concluida la Guerra Civil, los falangistas, militares y monárquicos se ven inmersos en un nuevo e implacable conflicto: la lucha por el poder, en la que las rivalidades y disputas se suceden en un Nuevo Régimen, tambaleante aún ante la delicada situación bélica europea. En este complejo entorno dos destacados nombres de la alta sociedad se sienten irremediablemente atraídos en una suntuosa fiesta: Ramón Serrano Súñer, seductor y misterioso ministro de Asuntos Exteriores, y la bella e impetuosa marquesa de Llanzol. En ese momento, ambos ignoran que se enfrentarán a la guerra más difícil de todas: la que tendrán que librar contra la sociedad vigilante y puritana de la época para poder amarse.
Tras presenciar el atentado contra su amado, Ramón Serrano Súñer, Sonsoles de Icaza acude a su amigo y confidente, Cristobal Balenciaga, en busca de consuelo. Tras derrumbarse, la marquesa de Llanzol le confiesa que el ministro de Asuntos Exteriores es su amante. Balenciaga, por su parte, advierte a la aristócrata del peligro que corre si alguien descubre su affaire y lo hace público. Entretanto, Serrano Súñer presiona a Franco para que tome una decisión sobre la entrada de España en la contienda bélica que se está librando en Europa. Mientras se decide el futuro de la nación, las sospechas sobre el romance secreto entre Sonsoles y Serrano Súñer se acrecientan, al tiempo que comienzan a propagarse las primeras habladurías.
Acosada por la presión de los rumores que se extienden de manera imparable en la capital, hasta llegar a oídos de su propia familia, Sonsoles ha decidido alejarse de Serrano. En la apacible ciudad de San Sebastián, lugar de veraneo de las familias más pudientes del país, la marquesa de Llanzol espera encontrar la paz que necesita para olvidar a su amante, con la ayuda de su inseparable Balenciaga. Pero la ilusión de calma no tarda en romperse: Serrano Súñer y su familia se instalan como vecinos.
Han pasado diecisiete años desde que la relación entre Sonsoles y Serrano terminó. Durante otro verano más en San Sebastián, los antiguos amantes fingen que nada pasó nunca entre ellos. Pero, lejos de olvidar, Sonsoles recuerda con dolor su pasado cada vez que mira a los ojos a su hija Carmen, el fruto de su amor con Serrano. La joven, a la que han mantenido oculto su verdadero origen, ha heredado la belleza y el carácter de su madre. Soñadora y entusiasta, se enamora con la misma pasión que lo hizo su madre de uno de los chicos de su pandilla: Ramón Serrano Polo, el hijo de Serrano y Zita. Sin saber que son medio hermanos, Rolo y Carmen se enamorarán con tanta fuerza como lo hicieran sus padres, reviviendo la historia de un amor prohibido que se resiste a desaparecer.