Una ciudad majestuosa de pasado glorioso que es hoy un gigantesco museo al aire libre. Volcada al Mediterráneo y a los pies del volcán más famoso del mundo, es una metrópoli caótica. Como dice Genaro: "llevamos en las venas el fuego del Vesubio". El crimen organizado, la Camorra, actúa aquí como un estado paralelo. Denunciar no sirve de nada", confiesa Giuseppe, periodista de crónica judicial junto a quien ecorremos los barrios controlados por la mafia napolitana, para comprobar cómo años después de la famosa película "Gomorra", "todo sigue igual, no ha cambiado nada. Ahora que los capos están en la cárcel son sus mujeres las que siguen al frente". Tráfico de drogas y venganzas sangrientas entre familias que conviven con la vitalidad callejera de un pueblo resignado y pícaro, que "vive más que piensa". Pero a sólo media hora en barco está "el paraíso", según Laura, la isla de Capri. El lujo, los turistas y los millonarios se mezclan en apenas 10 kilómetros cuadrados. Como los 20.000 que cada día acuden a la magia de Pompeya, la ciudad romana arrasada por el fuego del Vesubio y en cuyas laderas hoy viven más de 300.000 personas. Una de ellas, Grazzia, admite que intentan no pensar "que viven junto a una mina", mientras luchan cada noche por impedir que su tierra se convierta en el mayor vertedero de Italia. Con Filippo, ex director del Nápoles CF, nos sumergimos en la pasión por el fútbol que llega hasta poner en las calles altares a Maradonna. "Aquí es un Rey y aun esperan que vuelva". Nápoles es la cuna de la pizza, la tarantella y Sofía Loren, una ciudad palpitante con mil disfraces... una ciudad donde la pasión, con letras mayúsculas, se transforma en la vida y la música de sus calles.