La ola de seguidores que se formó a alrededor de Amparo Cuevas llamó la atención de muchos y puso a la supuesta vidente en el punto de mira. Los críticos al movimiento decidieron obligarla a negar las apariciones de la Virgen. Lo hicieron con violencia, Amparo Cuevas estuvo a punto de ser asesinada. Los hechos sucedieron una mañana de mayo de 1983, dos años después de las apariciones de Prado Nuevo.