El día del aniversario de la muerte de la señora Cecilia, una mujer con fama de milagrera a la que gente del barrio le rinde tributo. Ulises atiende a Eugenio, un paciente que espera unos resultados que le tenía que proporcionar el anterior coordinador del centro. Ante su sorpresa, los análisis son negativos. Eugenio tenía leucemia, pero todo indica que ha desaparecido milagrosamente y él lo achaca a la señora Cecilia. Las beatas del barrio y la gente creen fervientemente en la intercesión de la difunta. La Iglesia está interesada en el tema (por un lado Don Matías el párroco del barrio reniega de todo lo que está ocurriendo y su coadjutor el padre Arturo cree en el milagro). Ulises recibe una carta del obispado. Quieren que certifique que el paciente se ha curado. El secretario del Obispo le ofrece a Ulises un puesto de trabajo en un colegio de monjas de postín si todo sale bien. Pero Ulises descubre que todo ha sido un error: los análisis eran de otro paciente. Ulises opta por decir la verdad y renuncia a su salida de Arroyo Pingarrón. Por otra parte un joven, que intenta entrar a robar a una obra, es mordido por un perro. Al parecer tiene los síntomas de la rabia. Reyes y Estela descubren que el dueño es un Guarda de Seguridad ilegal que trabaja para Rai. Cuando Ulises y Reyes van a buscarle, el perro ha mordido a su dueño y se ha escapado, es entonces cuando cunde la alarma en el barrio. En una de las procesiones que hacen los vecinos para honrar a la señora Cecilia, el perro causa el pánico entre los asistentes. Martita, la hija de Eduardo, está a punto de ser mordida por el perro, (ya que su padre se ha quedado dormido en el Sol & Sombra por unas pastillas para dormir que le recetó Ulises) pero Taburete logra salvarla en el último instante