A los golpes, Iosi aprende las reglas de este nuevo mundo en el que está atrapado: un campo minado de pruebas y personajes con agendas ocultas. Luego de pasar la prueba de iniciación, Iosi consigue un nuevo empleo al borde de la ley. Cuando cree que las cosas van a volverse más fáciles, es cuando comienzan a ponerse más feas.
Luchando entre la vida y la muerte, Iosi recurre a Saúl, quien acepta ayudarlo para pagarle una deuda que contrajo con él en el primer viaje que hicieron juntos. En ese viaje, Iosi hace descubrimientos sorpresivos sobre los negocios de su suegro y un acontecimiento dramático conduce a un acercamiento entre ambos.
Tras el rescate de Jonás, Iosi pone distancia entre él y sus perseguidores. Mientras, en el pasado, se acerca demasiado a los integrantes de la familia Menajem: el demandante Saúl y la inestable Dafne. Una palabra dicha sin pensar, puede hacer que peligren los planes de Iosi de convertirse en un miembro prominente de la comunidad judía.