La llegada del médico resulta fundamental para la salud de Rafaela. Sin embargo, tiene consecuencias negativas para Simona y Ricardo. Tras el beso, los sentimientos de Toño hacia Enora aumentan, y Manuel se convierte en su confidente. Además, el heredero le advierte de que tenga cuidado con no ser correspondido. Del todo convencidos parecen Adriano y Catalina: lo sucedido con el médico hará que tengan un mayor convencimiento de que deben cambiar las cosas.