Lucía, una adolescente rebelde y empoderada, organiza junto su grupo ambientalista una creativa manifestación en las calles de Ciudad de México. A pesar del éxito y la repercusión, la acción termina con intervención policíaca y es castigada por sus padres enviándola por las vacaciones a Luz Mala, el pueblo donde vive su abuela, a quien no ve desde que era chiquita. Preocupada por estar lejos de su grupo y sin señal en su celular, Lucía comienza a buscar la forma de contactarse con sus amigos.
Lucía comienza a adaptarse a la vida en el campo, sigue entablando relación con su abuela Bea, conociendo sus misteriosos secretos y a la par va encontrando un compañero de banda musical en Grillo. Camino a hacer unas compras, Lucía se desvía por el campo y descubre los peligrosos métodos que utiliza Jesús para sus cosechas. Decidida y sin poder quedarse con los brazos cruzados, hará todo lo posible para tomar cartas en el asunto y es así como nuevamente se encuentra con Josefina, y mientras comienzan a entablar una cercana relación de complicidad, hacen un trato para meterse en el campo de Jesús, grabar un video y denunciarlo junto al Manto. Sin embargo, lo que Lucía no imagina es que, aprovechándose de la misteriosa imagen que dejó Lucha, una impostora está al acecho en la ciudad.
A Lucía las cosas empiezan a no salirle del todo bien: Primero conoce a los hermanos de Josefina, que la decepcionan con sus actitudes prepotentes. Eso hace que termine distanciándose del Grillo y de Josefina, sus nuevos amigos en el pueblo. A la separación del grupo, se suma que Jesús la tiene entre ceja y ceja, está en problemas por los videos que divulgó. Y, por si fuera poco, Lucía se da cuenta de que su grupo ambientalista la dejó de lado con una decisión impensada. Pero lejos de bajar los brazos, Lucía se embarca en una nueva misión: Ir a buscar la ayuda de Aureliano, el hijo de Jesús que vive en las afueras del pueblo, y que parece compartir con Lucía la misma visión de una vida sustentable. Pero convencerlo no va a ser nada fácil.
Luego de hablar con Sofía y sellar su acuerdo, Lucía continua con sus aventuras en el campo. La visita a la casa de Aureliano, aunque no logró convencerlo, sirvió para que Josefina y Lucía se conozcan y se den cuenta de que lo que las une es mucho más de lo que pensaban. Sin embargo, Lucía está deprimida porque sus estrategias no están funcionando con la gente de Luz Mala, pero siguiendo los consejos de su abuela, decide hacer una junta de firmas y tratar de convencerlos poco a poco.
La sorpresiva visita de Seba a Luz Mala hace que Lucía vuelva a acomodarse un poco a como estaban las cosas en la ciudad. Pero la paz no va a durar mucho, mientras se ponen al día, y Lucía le muestra el campo, su árbol con señal, y los lugares que suele frecuentar en el pueblo, descubren que alguien le borró la canción que habían grabado con su banda. Indignada, y segura de quien puede haber sido, no tardará en reclamar lo que es suyo.
Lucía vuelve a la Ciudad de México de urgencia, acompañando a Seba que quedó duramente malherido luego del peligroso incendio que amenazó al tranquilo pueblo de Luz Mala. Ella aprovecha el viaje no sólo para hacerle compañía a su novio en este difícil momento, sino también para reencontrarse con sus queridos amigos de La Mecha y con Sofía, con quien arregla una reunión para entregarle la canción prometida. A pesar de que Lucía va con las mejores intenciones, las actitudes de Sofía terminan por revelarle las verdaderas intenciones de la impostora. Pero Lucía no se quedará de brazos cruzados, junto a Azul y al Grillo, elaboran un arriesgado plan para usar el espacio de Sofía contando lo que sucede en el pueblo.
Lucía vuelve al pueblo, ve que todo lo que era monte y ahora esta quemado aparece sospechosamente cercado y ella deberá tomar cartas en el asunto, pero ahora acompañada: tiene a los hermanos de Josefina y el pueblo de su lado. Juntos realizaran una acción solidaria, no sin antes vérselas con El Manto, para recomponer las pérdidas y hacer que los responsables sean los quienes paguen por los daños provocados.
Luego de una charla con Jesús, con quien está intentando limar asperezas, Lucía se entera que su familia también está ligada al Manto, pero cuando lo consulta con su abuela la nota desvariada. Mientras, sigue intentando lograr concientizar a la gente del pueblo, para lo que vuelve a buscar ayuda en Aureliano.
Las cosas vuelven a complicarse para Lucía luego de encontrar a su abuela compungida por la pérdida de la loba, con dudas, decide buscarla, confirmando la peor de las noticias.
La música ya está a punto de comenzar a sonar en todas partes, por un lado, Lucía y sus amigos organizan su pequeño pero intenso concierto en la construcción de El Manto, en Luz Mala, con todo el pueblo, incluidos Aureliano y los padres de Lucía, ayudando en la preparación. Por el otro, Sofía y su equipo de marketing tienen todo listo para su multitudinario recital en la Ciudad de México.