Francisca jura que no ha tendido nada que ver con la muerte de Águeda. Mientras tanto, Olmo le cuenta a Pepa que se va a retrasar la apertura del testamento de su madre. Eso a Pepa le da igual. Por su parte, Olmo le cuenta a Soledad que ha sido él el que ha retrasado la apertura del testamento de Águeda. Tristán se entera de que su madre tiene agotada a Rosario. La mujer, temerosa de la reacción de doña Francisca, no quiere que interceda. Emilia está indignada por lo mal que Francisca está tratando a Rosario. La mujer, agotada, sufre un desmayo del que más tarde se recupera. Es entonces cuando Francisca ofrece a Emilia trabajar a su servicio en la Casona. Pepa se disculpa con Gregoria por haberle estropeado su viaje a Requejo con Tristán. Emilia se entera de que Alfonso interfirió para que la rechazasen en la venta donde fue a pedir trabajo. Indignada, Emilia acepta el trabajo en la Casona.