Por fin llega el día en que Don Pablo y Antonio se marchan a Moscú, lo cual era poco menos que viajar a la Luna, en una época en que los pasaportes permitían viajar a cualquier parte del mundo "menos a la Unión Soviética, países satélites y Mongolia Exterior". En los tres días que dura su viaje, Antonio y Don Pablo harán algo más que negocios. Y es que la realidad de la Unión Soviética les sorprende por momentos. Mercedes sigue angustiada con los problemas de la empresa, la cual parece que no va a remontar el vuelo nunca. Nieves piensa que la solución pasa por despedir a parte del personal. Mercedes se resiste, pero sabe que no pueden soportar esa situación por tiempo indefinido. Al final, recurre al consejo de una vieja amiga, Asunción Riaño. En la obra donde trabaja Tony aparecen unos panfletos convocando una huelga para exigir mayor seguridad laboral. Tony es partidario de apoyar la medida, pero parece que sus compañeros tienen otros problemas más importantes en que pensar. Las tapas de Paquita cada vez tienen más fama en el barrio, hasta el punto de que toda la parroquia del bar anima a Tinín a montar una casa de comidas. A pesar del éxito de sus recetas, Paquita no se siente feliz a causa de un problema del que no suelta prenda. Carlitos y Josete suspenden un examen, lo que les confirma sus sospechas de que jamás llegarán a ser nada en la vida. Ante su incierto futuro, deciden que sólo tienen una forma de ganarse la vida: falsificar billetes.