Altagracia Sandoval está decidida a recuperar su poder y sus negocios, sin importar el costo en Brasil. Mónica, su hija sufre un ataque, que sospechan tiene que ver con los matones de Arcoíris.
Mónica desespera por encontrar a Saúl y Altagracia no duda en acompañar a su hija, sin medir las consecuencias. Un enemigo del pasado reaparece y mueve sus contactos para cobrar venganza.
Vidal cierra el caso de la muerte de Saúl Aguirre. Mónica, indignada, revela información confidencial a la prensa que provoca a la organización criminal. Altagracia amenaza a Navarrete.
Noelia recibe una oferta a cambio de trabajar para Arcoíris. La Doña se las ingenia para negociar con Navarrete por creer que él tiene a su hija. León sigue la pista de la camioneta.
La Doña está en el banquillo de los acusados, mientras los familiares de Los Monkeys describen cómo Altagracia se deshizo de Rafael Cabral. Noelia identifica a uno de los atacantes.
En el juicio a La Doña, la defensa presenta a León Contreras como un policía inepto. Un video no es aceptado como evidencia, pero desata controversia. Lucho atrapa a otra víctima.
Altagracia se enfoca en rescatar a Mónica. Necesita dinero y para conseguirlo hace una llamada estratégica. León interroga a Nando y lo presiona. Su abogado tiene una treta.
Altagracia hace una apuesta para encontrar a su hija y el secuestrador enloquece por identificar al traidor. La Doña tiene en sus manos a Noelia para sacarle la verdad.
Altagracia recibe una fotografía de Mónica sometida. La enfermera lleva el mensaje a la estación de policía para informar dónde está la rehén. Vidal está al mando del operativo.
Romelia y Mauricio duplican el monto para liberar a Mónica. El canje ya tiene lugar y hora. La Doña irá sola tal como lo exigen los secuestradores. Le ponen un micrófono.
Mauricio se lleva a La Doña a punta de pistola. Ahora, él trata de contactar a sus cómplices para que liberen a Mónica, pero nadie responde. León y Karen siguen los rastros que deja Altagracia.
Altagracia cambia de opinión y ahora confía en León para rescatar a su hija. Duncan y La Felina desentierran los restos de Braulio Padilla para confirmar si son los suyos.
La Doña busca un espacio para alejarse de todo mal. Una habitación del pánico para Mónica y un grupo de escoltas ofrecen una sensación de tranquilidad que no durará mucho.
La Doña grita de dolor y en un acto desesperado se apunta a la cabeza. León Contreras interroga a Gaetano para que le diga con quién hablaba, justo antes del ataque a la casa de Altagracia.
Navarrete mueve sus contactos para el traslado de los restos de Mónica a México a pedido de La Doña y asiste al entierro. Su presencia levanta sospechas y León lo enfrenta.
Altagracia Sandoval busca aniquilar a sus enemigos y pide que sea lento para que sufran hasta el día de su muerte. Le hace una propuesta a Navarrete y él, a cambio, exige fidelidad.
Mauricio Preciado es un testigo importante para que delate al resto de los cómplices que raptaron a Mónica. El soborno esta vez no funciona, pero Altagracia siempre tiene un as bajo la manga.
Todo está listo para que la verdad salga a la luz. Se adelanta el operativo de La Doña para sacar a Mauricio del hospital. Cisco es la conexión de Altagracia para coordinar los movimientos.
León enfrenta a Altagracia, ella finge no saber nada del destino de Mauricio Preciado y va tras Sebastián. Contreras ata cabos y acorrala a Cisco con el nuevo departamento que adquirió.
Altagracia se siente culpable por la muerte de Mónica, sabe que la mataron para vengarse de ella. Regina trata de consolarla, pero no tarda en sacar a flote el miedo que siente por Isabela.
Eleonora tiene la excusa perfecta para invitar a la Doña a una cena familiar y observar bien de cerca a su rival. Altagracia busca a Navarrete para informárselo y ahora él confiesa intimidades.
La muerte de Mónica tiene a la Doña de cabeza, por no descubrir a los asesinos. Ya no cree en la policía y piensa en Noelia para que investigue. Le entrega un sobre con fotos de Los Monkeys.
Eduardo llora arrepentido en el escondite, mientras sus padres le piden por televisión que se entregue a la policía. León ofrece garantías, pero su estrategia podría mancharse de sangre.
Un auto a toda velocidad choca, violentamente, contra el vehículo que conduce León Contreras, mientras llevaba a su hijo rumbo a la escuela. Fátima corre a auxiliarlos.
Lucho manipula y convence a su novia, Isabela para que diga lo que más conviene y así evade responsabilidad en el atentado. La coartada empieza a funcionar, pero un traspié lo descoloca.
Navarrete no puede disimular y como felino en celo, le reclama a la Doña su visita a Contreras en el hospital. Altagracia usa su mejor carta, aliarse con León para vengarse de los asesinos.
León huye y busca, frenéticamente, a los responsables de la muerte de su hijo. Navarrete da una orden que no tiene vuelta atrás, pero eso lo arrastra a un terreno incómodo frente a Altagracia.
Eleonora rechaza a la Doña y pronto su rivalidad se hace pública. Altagracia subestima el trabajo de Eleonora y ella se mete con lo que más le duele. La respuesta es contundente.
Eleonora descubre al monstruo que creó. Un asesino confeso, que además de responsabilizarla por su odio a las mujeres, justifica sus crímenes. Ella sufre en silencio.
Navarrete y Altagracia hacen el amor. Él no tarda en encontrar un anillo que pone en jaque la fidelidad de la Doña. Lucho empieza a detestarla, porque ella lo deja mal parado frente a todos.
León sabe que cada segundo cuenta, para salvar a Noelia. Enfrenta a Navarrete acusando a su hijo, como líder de Arcoíris. Lucho inventa otra coartada, esta vez, Isabela duda en ayudarlo.
Lucho juega al cazador con Noelia, mientras Navarrete describe a su hijo como todo un caballero. Romelia se entera de lo que pasa en el bosque y lo presiona para destruir las pruebas.
Isabela no aparece y cada hora que pasa, Regina se desespera. Todos creen que se la tragó la tierra. La Doña encara a Lucho y le advierte que no sabe lo que le espera, si se mete con su sobrina.
Noelia se convierte en la pieza más importante para armar el caso contra Arcoíris. León sabe que intentarán silenciarla y no está equivocado. Lucho prepara su próximo ataque.
A solas, Altagracia le cuenta a León que su sobrina está bien. Como policía le asegura, desafiante, que Lucho es un psicópata y manipula a Isabela. Y, como hombre, no puede evitar su debilidad.
Todas las pistas apuntan a Lucho. León comprueba que lo hallado en el lago juega a favor de su teoría. Hasta Isabela, ciega de amor por él, se llena de dudas al oír a Daniel y actúa.
Contreras no se da por vencido. Vidal le da luz verde para que siga adelante con el caso Arcoíris, pero le hace una advertencia. Navarrete busca al abogado para proteger a su hijo.
Eleonora saca toda su ira y revela más de la cuenta. Aturdida, Isabela le reprocha a la Doña que sea amante de Navarrete y enfrenta a Lucho. Él no pierde tiempo y decide qué hacer con su novia.
La denuncia contra Lucho como líder de Arcoíris e hijo de un millonario con influencias ya está en TV. El psicópata, presionado, desespera por recuperar el control sobre Isabela.
A Daniel Llamas, como ex integrante de Los Monkeys lo ubican en el peor lugar. Mientras, Lucho se transforma en lobo o en cordero tantas veces como sea necesario.
Sebastián no tiene otra salida que colaborar con la Doña, en el plan para atrapar a Braulio Padilla. Él no está del todo convencido que tiene un nuevo aliado, así que se lleva a Fernanda.
Altagracia y León coinciden en el cementerio para llorar a sus muertos. La tragedia los funde en un abrazo que parece interminable. Fátima, la esposa del policía, los ve.
Fátima busca a León, pero no está. Karen la tranquiliza, respecto a que tan amigos son León y Altagracia. El policía y la Doña no pueden evitarlo, de lo policial a lo pasional están a un paso.
Fátima sabe que León no estuvo en el trabajo, como dice. Sin embargo, le sigue el juego hasta donde puede. El policía intenta hablar, busca sincerarse, aún adorándola.
Eleonora tiene motivos para estallar otra vez en público, en especial, si su rival, la Doña pone el dedo en la llaga. Lucho está ahí para impedir que siga haciendo el ridículo.
La desesperación llega al límite y Eleonora está a punto de cometer una locura. Se desata la discusión con Lucho y la tortura psicológica de Romelia. Un mensaje hace temblar al psicópata.
León tiene lo que necesitaba para atrapar a Lucho. Altagracia debe elegir con quién de los dos se queda, con Navarrete o con Contreras, ahora que el psicópata podría ir tras las rejas.
León Contreras está listo para anunciar la decisión de su vida. Un inesperado evento cambia radicalmente el orden de prioridades, ahora tiene que proteger a Fátima más que nunca
León amenaza a Navarrete con hacerle pagar la muerte de su hijo, por cubrir a Lucho. En el funeral de Eleonora revienta el escándalo y la Doña y Regina, a gritos, le dicen todo lo que saben.
Las cartas están echadas. El camino está despejado para León y Altagracia. Ella deja atrás a Navarrete, pero se resiste a abandonar la constructora. Una llamada le causa profundo dolor a Fátima.
Noelia sufre tanto, al ver a León feliz con Altagracia, que cuando la tiene cerca, su enojo brota a flor de piel. La Doña le da un consejo, como a adolescente enamorada de su profesor.
Todo está listo para hacer volar a Altagracia en pedazos. Manuel coloca la bomba y Felina convence a La Doña para ir a la cita en el restaurante con el empresario que sustituye a Navarrete.
La Doña harta de la extraña actitud de Felina, quiere pedir la cuenta y marcharse. Desde el punto estratégico, la observan y un francotirador apunta al blanco. La Doña está en peligro.
Altagracia, en estado crítico e inconsciente. Son horas cruciales para saber, si va a recuperarse. León Contreras reflexiona en voz alta, nunca imaginó este momento y hace una confesión.
La abogada de Navarrete presiona a Carla, la periodista, para desprestigiar a León. La misma estrategia que él usó, contra su cliente. El noticiero presenta al policía en el peor escenario.
Más allá de los negocios con el Cártel de los Osos, Felina tiene una preocupación en la que no puede dejar de pensar. Si Altagracia despierta, teme que lo primero que hará, será delatarla.
Navarrete llega como un huracán a enfrentar a Altagracia. La infidelidad y la idea de quitarle su empresa sacan su lado oscuro: la amenaza de muerte. La Doña lo desafía a esperar su turno.
Felina usa sus mejores argumentos para convencer a La Doña, que nada tuvo que ver con el atentado en su contra. Altagracia y León le hacen preguntas incómodas. Una guerra se avecina.
Noelia revela quién es realmente Olga y Navarrete la enfrenta. Furioso, exige una explicación a su amante. Llega León y le apunta con un arma, le advierte que invade propiedad privada.
La Doña toma un cinturón y amenaza a Fernanda con darle latigazos, como lo hicieron con Mónica, para refrescarle la memoria, si no dice todo lo que sabe. La joven Céspedes ruega por su vida.
Todos notan que la Doña salió del hospital y aún es una incógnita dónde estuvo. León la interroga sobre su día y ella le oculta información. Por primera vez, le dice que lo ama.
Hacer negocios con Arcoíris convierte a Romelia en una cómplice. La Doña saca a la luz toda su rabia, al desenmascararla frente a Navarrete. Él cree que sangra por la herida, de puros celos.
Altagracia parece haber encontrado el amor y aunque debería ser incondicional, decide ocultarle lo que sabe a León, cuando pone la denuncia. No puede evitar que él vea una imagen siniestra.
Felina planea cómo vengarse de la Doña y herirla por donde más le duele. Tras el cierre de sus spas, comenzará por el edificio inteligente, para acabar con su prestigio empresarial.
Altagracia se transforma cuando se llena de odio. Lo que no sabe es que León le pisa los talones en el bar. Una mezcla de drogas y alcohol hará explotar el corazón del asesino de Mónica.
Todo listo para inaugurar el edificio inteligente. Felina infiltra a dos de su equipo, para dañarle el evento a Altagracia. La temperatura sube sin control y el infierno se apodera del lugar.
León queda fuera del caso Arcoíris. Duda de la Doña, le cuestiona todo. Ella desvía el interrogatorio, le pide un voto de confianza y el policía queda desarmado.
Romelia está en la mira de Altagracia. Por ser la hermana de Francisco Vega, uno de Los Monkeys, es hora de pasarle factura. Navarrete la tiene más cerca que nunca y la Doña busca un aliado.
Unidos por la sed de venganza, Altagracia y Navarrete van por Romelia Vega. La confirmación de sus sobrinas se convierte en una pesadilla. Una cita con la Doña la espera en el cementerio.
Altagracia prepara una trampa. Bajo tortura psicológica, busca que Romelia pierda el control y suelte la lengua de todos de sus crímenes, incluso haber sido cómplice del asesinato de Mónica.
Regina prepara su viaje y está sin escoltas. Altagracia insiste en que los necesita, especialmente después de sus declaraciones por TV contra Braulio y Lucho. Diego, sin querer es la carnada.
La Doña busca a la Felina para ubicar a Braulio y salvar a su hermana. Regina trata de convencer a Diego para que la ayude a escapar, no sin antes sufrir al oír la cruda verdad.
Altagracia, Daniel y Noelia tienen a Lucho en sus manos. Quieren hacerle pagar y con creces la sangre derramada. León Contreras no debe enterarse, todos son cómplices.
Una persecución a punta de escopeta hace que Lucho corra por su vida, sin imaginar lo que le espera. Unas cámaras monitorean sus movimientos y nada ni nadie podrá sacarlo de ahí.
Braulio Padilla y Altagracia Sandoval hacen un pacto en el que ambos exigen una prueba de vida. Diego está al borde de la muerte y Regina tiene razones para temer por su vida.
Un reencuentro del elenco de la segunda temporada de La Doña. Los actores cuentan su experiencia, cómo se preparan escenas fuertes y emotivas hasta divertidas anécdotas detrás de cámara.