A finales de 2010, el príncipe Felipe comprende que la situación en la que se encuentra su padre, cada vez más errático en su comportamiento y dispuesto a abandonarlo todo por el amor de Corinna, pone en riesgo la Corona. El príncipe, de carácter sobrio y educado para ser un rey profesional desde niño, deja que sean los hombres de Zarzuela los que inicien el proceso de abdicación del rey, pero él y su familia temen que los escándalos dejen a los borbones sin el trono que tanto costó conseguir y tratan de organizar una casa del príncipe paralela que trate de generar una imagen distinta que convenza a los españoles. Ese hecho desencadena una guerra de asesores en pleno palacio. Las aguas solo pueden pacificarse de una manera, con la abdicación de Juan Carlos. Felipe se convierte Desde muy pequeño es educado para ser rey, dar ejemplo y no fallar. El joven príncipe crece siguiendo las estrictas normas que exige su condición, pero en secreto anhela la libertad para ser un tipo normal.