Alonso se ve obligado a intervenir para que el barón de Valladares no suponga un problema, pero Catalina pretende impedirlo: tiene una idea mejor. Cristóbal ha llegado pisando fuerte y sigue firme en su idea de ir conociendo cada vez mejor al servicio. Ballesteros pone en el disparadero a Santos, cuya reincorporación pende de un hilo. Quienes se irán conociendo cada vez más a fondo serán Curro y Ángela, hasta el punto de que ella tiene que pararle los pies. Quien no frena es Cristóbal, que también saca punta a la presencia de Catalina en la planta de servicio. Lope no parece estar consiguiendo nada de provecho en casa del duque de Carril. Sin embargo, don Gonzalo recibe una visita totalmente inesperada.