Menem tiene que lidiar con escándalos de corrupción y con la inflación descontrolada. Para esto designa un nuevo ministro de Economía quien le propone un plan económico que resulta ser un éxito. Menem deberá luchar entonces contra sus celos por el crecimiento sideral de la figura del Ministro. Olegario, mientras tanto, sospecha que Ayala lo quiso usar para una maniobra de corrupción.