Diego el hermano de Patricia es detenido como sospechoso al intentar huir de Blancaró el día del entierro. La teniente Andrun descubre el cierre del colgante de Patricia y una piedra manchada de sangre en el polígono de Jinera, confirmando que es el escenario del crimen. Diego es liberado y Rubén es detenido, acusado del crimen. Aunque las sospechas recaen también sobre el profesor de literatura. Lola y sus hijos abandonan Blancaró, y Alfredo se queda solo en el pueblo.